No hay polémica. Guste o no, el central del Barça estira la camiseta de Sergio Ramos para que no remate con facilidad. Los culés estaban sufriendo bastante con las jugadas a balón parado y sabían que Ramos es de los más peligrosos del Real Madrid en ésta faceta.
Al ser una jugada dentro del área en la que tantos jugadores forcejean, es entendible que Martínez Munuera no viese claramente la jugada en directo. Cuando le avisó el VAR y la vio en el monitor no dudó ni un solo segundo. Era penalti y, aunque sea en un Clásico, se debe pitar.
Jordi Alba se llevó tarjeta amarilla por protestar. Lo único que hizo el lateral del Barça, ya que no fue capaz de desbordar a Lucas Vázquez en el segundo tiempo. El gallego sustituyó a Nacho, que se retiró lesionado, y cuajó una de sus mejores actuaciones desde que es jugador del Real Madrid.
Si bien hace unos días el VAR era una herramienta fabulosa, ahora parece que algunos no están demasiado contentos con su funcionamiento. Esa doble vara de medir ya empieza a cansar, pues resulta evidente que el único objetivo que tienen es desprestigiar cada triunfo del equipo de Zidane.
El francés se merece una disculpa de muchos que ya le querían fuera del club. Ha conseguido recuperar a sus jugadores en el momento clave. De hecho, éste ha sido con diferencia el mejor partido de toda la temporada. Ante un Barça que venía de golear en Champions y que encajó tres goles, pero que pudieron ser varios más de no ser por Neto.
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