El Real Madrid llegaba al Clásico como líder de la Liga. Sin embargo, las sensaciones no eran para nada positivas, tras las dos derrotas consecutivas en Liga y en Champions. El mal momento del Madrid se concentra en parte en la parcela ofensiva, donde Benzema apenas ha sobresalido en este inicio de temporada. El francés estaba decidido a revertir la situación ante el máximo rival.
El inicio de Karim fue fenomenal. Al francés le daba igual bajar al medio campo a construir la jugada, como quedarse como ancla en el área rival. Fue en el minuto cinco, cuando Benzema bajó a recibir el balón, la descargó para un Valverde que se internaba y el uruguayo fusilaba la portería culé.
El Madrid ponía el 0-1 en el marcador, aunque la alegría no duraría demasiado. El partido estaba loco y el peligro no cesaba para ninguno de los dos equipos. Tras un fenomenal pase de Kroos para Vinícius, el brasileño se la cedió a un Benzema que falló un mano a mano ante Neto. Karim erró una oportunidad de las que no se pueden fallar.
Los primeros cuarenta y cinco minutos llegaban a su fin y el Madrid empataba (1-1) un partido que estaba siendo una verdadera locura.
Difícil inicio de segunda parte para Karim. El Barcelona recuperaba muy fácilmente y el ataque del Madrid se resentía. Tras marcar Ramos de penalti, el Madrid parecía despertar, con Benzema como líder ofensivo. Con el 1-2 en el marcador, al Barça no le quedaba otra que lanzarse al ataque para conseguir el empate. El Madrid reculaba ante las ofensivas culés.
El dominio de balón del Barça era evidente y tanto Benzema como sus acompañantes en ataque buscaban posibles contraataques. El partido finalizó con el Madrid 'bailando' al Barcelona. Fue tal ese recital final, que el Madrid acabó poniendo la guinda al pastel con el 1-3.
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