Por mucho que se sigan empeñando desde Milán, Brahim es jugador del Real Madrid y lo seguirá siendo, a partir del 31 de junio de 2021. Su situación es realmente parecida a la de Martin Odegaard. Al noruego le cambiaron, incluso, el nombre en San Sebastián y lo adoptaron como si fuese suyo. Martintxo, sin embargo, es del Real Madrid. Zidane le llamó en verano para decirle que lo quería en su plantilla y, salvo por la lesión y los problemas que ha tenido, Odegaard cuenta para Zizou y tiene protagonismo en el Real Madrid.
La tesitura con Brahim será muy parecida. El malagueño, de ascendencia marroquí, estaría encantado de volver…siempre que fuera con minutos de juego ‘asegurados’, en caso contrario, le gustaría volver a jugar con el Milán y no vería con malos ojos una cesión más y alargar su estancia hasta el 30 de junio de 2022.
Las dos situaciones parecen ir de la mano y eso que apenas hemos atravesado el primer tercio de la temporada. Si todo sigue así, y Brahim continúa progresando, el Madrid tendrá que convencerle porque en Milán está echando raíces y está cogiendo mucho peso. (Exclusiva DC: Zidane prevé transformar la medular del Madrid en tres años: menos toque y más físico)
Los rossoneros, por su parte, al igual que hicieron los txuri-urdin, empiezan a plantear la posibilidad de quedárselo a final de temporada. Brahim les está seduciendo y ya trabajan, a marchas forzadas, para que el andaluz sea jugador suyo a pleno derecho. El Real Madrid, en cualquier caso, tendrá la última palabra y deberá convencer al propio futbolista de su regreso si le garantizan los minutos que pide.
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