El físico y un penalti evitable se cargan la victoria del Real Madrid en Villarreal

El Real Madrid se presentaba en Villarreal con bajas, con jugadores tocados, con otros recién salidos de una lesión y, aún así, el inicio del encuentro no pudo ser mejor. De hecho, los de Zidane sólo necesitaron dos minutos de encuentro para adelantarse en el marcador. Un inicio soñado por los merengues.

Casualidades del destino, los protagonistas de esta primera acción de encuentro fueron dos futbolistas que, por razones distintas, eran titulares después de mucho tiempo. Por una parte, Carvajal. El canterano, que salía de una lesión de más de dos meses, subió su banda e hizo de un mal primer toque una especie de pared con el rival que le permitió sacar un gran centro hacia el área rival. La otra mitad de la ecuación la puso Mariano Díaz. El delantero, relegado por Zidane y que en esta ocasión era titular por causa forzosa, aparecía como un titán para cabecear el centro de su lateral derecho y embocarlo en el fondo de la red. Un gol de ‘9’. Un gol que, para las circunstancias en las que llegaba el equipo, era oro puro.

A partir de ahí, en la primera parte pasaron pocas cosas. El Madrid tuvo fases en las que mantenía la pelota durante largos periodos. Odegaard se asomaba con frecuencia en la asociación y descargaba de trabajo a Kroos y Modric. El Villarreal presionaba bastante arriba y fueron varias las ocasiones en las que los de Zidane estuvieron cerca de montar ataques con valor de gol tras salir de forma magistral de la presión del equipo rival.

Sin dos puntales defensivos como Casemiro o Ramos lo mejor que se podía decir de la primera parte del Madrid era que apenas sufrió. Ni ocasiones ni peligro en contra. Courtois fue poco menos que un espectador privilegiado, una gran señal para los de Zidane. El equipo estaba agrupado, juntaba líneas y mantenía a raya al rival. Justo lo que no pasó en el partido de Valencia tras haberse puesto también por delante en el marcador.

La única gran duda que podía generar este Madrid radicaba precisamente en el hecho de que hubiera varios jugadores que habitualmente no eran titulares y que, además, otros vinieran de salir de lesiones o problemas físicos. Ese era el gran peligro, que el equipo acusara físicamente el impulso de un equipo sin apenas internacionales y con mucho menos desgaste.

Por si esto fuera poco, los de Zidane se llevaron el primer susto de la tarde por culpa de un error propio. Una mala salida de balón de Kroos, con una pelota muy arriesgada que interceptó el Villarreal, acabó con Gerard Moreno delante de Courtois…y con fallo en el remate con la pierna derecha del delantero ante el achique que le hizo el portero madridista.

El partido entraba en la recta final y la pérdida de gasolina en el Madrid empezaba a ser evidente. Además, el Villarreal metió una marcha más con la entrada de velocistas como Samu o Estupiñán. Y eso se notó. Eso sí, la jugada que origina el 1-1 fue una combinación de dos errores del Real Madrid, primero de Vinicius que perdió una contra en un pase sencillo que interceptó el Villarreal para generar una contra que, además, acabó con el segundo de los fallos, en este caso de Courtois, al salir a destiempo y en una acción que parecía bien cubierta por Varane. El belga derribó a Samu y le regaló un penalti que Gerard Moreno transformó en el 1-1 que, a la postre, sería definitivo. Un resultado que, a tenor de cómo se presentaba el equipo y de cómo se jugó, puede calificarse como justo...y hasta aceptable.

Ficha técnica

Villarreal 1: Asenjo; Mario Gaspar, Albiol, Pau Torres, Pedraza; Parejo, Iborra (Kubo 88’), Trigueros (Estupiñán 61’), Moi Gómez (Manu S. 62’); Bacca (Yeremy 61’) y Gerard Moreno

Real Madrid 1: Courtois; Carvajal, Varane, Nacho, Mendy; Kroos, Modric, Odegaard (Isco 63’); Lucas Vázquez, Mariano (Asensio 85’) y Hazard (Vinicius 63’)

Goles: 0-1 Mariano (2’), 1-1 Gerard Moreno (p.76’)

Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó a Nacho

Estadio: La Cerámica.