El belga volvió al once titular del Real Madrid contra el Villarreal tras pasar varios días en cuarentena por positivo en coronavirus.
A simple vista, Hazard es un pilar importante dentro del Real Madrid, o por lo menos así lo considera Zidane. Las lesiones le están arruinando su etapa en el club blanco, aunque él hace todo lo posible para evitarlo. Le llueven muchas críticas por la mala fortuna que está teniendo, y Eden intenta responder ejercitándose día a día en las instalaciones de Valdebebas.
En los primeros compases del partido le faltó esa pizca de atrevimiento que si sacó en otros encuentros. Esa iniciativa es lo que le hace ser uno de los mejores jugadores del mundo, por lo que se puede decir que en la primera parte estuvo un tanto ausente. Hazard tiene regate y es rápido, y por ello su punto fuerte está en lanzarse encima de la defensa para introducirse en el área rival.
El desmarque es otro punto que destaca entre las habilidades de Hazard, y ante el Villarreal se le vio un tanto tímido. Como es habitual, el belga recibió numerosas patadas al mantener la posesión, y esto preocupó en el banquillo por si volvía a caer en una nueva lesión. Cada vez que Eden tocaba el esférico, corría un tanto de nerviosismo por la agresividad que suelen utilizar los adversarios hacia las botas del mismo.
En la segunda parte fue sustituido por Vinicius, pues la situación del partido pidió que el Madrid tendría que meter una marcha más de velocidad para aguantar el resultado a favor. El belga tendrá que seguir entrenando para encontrarse más cómodo consigo mismo, y así dotar de más atrevimiento para dar lo que el club necesita: mucho gol.
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