Su primera lesión llegó con el PSG tras una patada de Meunier, a propósito, para cazarle el tobillo. Una caza que se repitió ante el Levante cuando volvía a despegar, al recuperarse de su lesión. Llegó el confinamiento y la etapa coronavirus que le salpicó en la recuperación. Los entrenamientos fueron distintos y la versión de Eden, pese a quemar etapas de su regreso, fue gris y no terminó de engancharse al tren liguero y al partido ante el Manchester City.
Hazard, tocado, no hizo pretemporada con el primer equipo y no terminó de recuperarse. Nuevas lesiones musculares, que se decía que eran de recaídas, y parte de culpa la tiene la agenda, a juicio de Zinedine Zidane, tal y como ha podido comprobar Defensa Central. El míster marsellés tiene un informe de la Premier sobre la mesa que así lo explica: esta temporada se han incrementado las lesiones musculares en un 15%, respecto al anterior curso.
Especulando en que las primeras fueron hechas adrede, a propósito, por sus rivales… y en la segunda fase de lesiones que está viviendo se puede explicar, a la perfección, con ese subidón que ha provocado el apenas tener descanso, no tener pretemporada y estar asumidos en un calendario que provoca pavor en los entrenadores, especialmente, en Zinedine Zidane, según explicamos en este periódico.
Un 15% más de lesiones en la Premier League, por fatiga por culpa de lo apretado que está el calendario, y que también afecta en España, pese a que el informe no se ha redactado. Es la explicación ideal para entender la última lesión muscular de Hazard que le apartará del derbi madrileño en Valdebebas y que le hace peligrar para volver al césped en 2020.
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