Los números no engañan. Da la sensación de que el equipo no sabe ganar en Europa sin Sergio Ramos. De los últimos ocho partidos en Champions en los que no ha estado, han perdido hasta en siete ocasiones. El único que ganaron fue precisamente en la anterior jornada contra el Inter.
Varane se siente perdido y Nacho hace lo que puede. No se puede comparar al canterano con un jugador de los atributos de Sergio Ramos. Uno es el mejor del mundo en su puesto y el otro no acostumbra a jugar más de diez o quince partidos por temporada.
Sin embargo, lo verdaderamente llamativo es cómo cambia Varane sin Ramos a su vera. El francés no levanta cabeza desde sus fallos en el Etihad. Está a un nivel muy inferior a lo que acostumbra. Lleva así meses y, cuando no está Ramos, más se escenifica.
No sería descabellado decir que hay 'Ramosdependencia'. Con el sevillano en el campo, muchos partidos se habrían ganado sólo por la actitud y el coraje. Esas características que desaparecen sin él y que hacen del Real Madrid un equipo débil y asequible.
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