Lucas Vázquez es el comodín de Zinedine Zidane. Su hombre de confianza. El francés vuelve a apostar por el gallego a pesar de la recuperación de Odriozola. Lucas poco a poco se está acostumbrando a esta nueva posición y eso para Zidane, es muy buena noticia.
Ante el Sevilla, Lucas iba a volver a ocupar esa posición. Con Nacho y Varane en el eje y con Mendy en el otro costado, el objetivo principal del Madrid era el de volver a dejar la portería a cero en Liga. En frente, De Jong y Ocampos serían los principales peligros de los locales.
El equipo blanco empezó muy bien el partido. Resguardado en defensa y peligroso en ataque. Aleix Vidal era la debilidad en el Sevilla y el Madrid quería atacar por esa banda. El gallego estuvo ligeramente tímido durante los primeros compases de partido, pero siempre que subía, Lucas ocasionaba peligro.
Poco protagonismo de Lucas en ataque. La banda derecha Lucas-Rodrygo no estaba siendo lo suficientemente explotada, teniendo en cuenta que era Aleix Vidal el que ocupaba la posición de lateral diestro en el Sevilla. El gallego apenas se asomaba en ataque, pero fue en el treintaisiete cuando el Madrid tuvo la más clara del partido. Internada de Lucas, se la cede a Benzema y este a punto está de sorprender a Bono. El guardameta ex de Girona sacó una mano prodigiosa para evitar el gol de Karim.
La segunda parte empezaba y era el Madrid el dominado. El Sevilla estaba siendo mejor, pero fue Mendy y Vinícius el que decidieron truncar la igualdad en el marcador y en el partido. El ex del Español seguía muy tímido en ataque, pero en defensa Lucas se mostraba muy seguro.
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