No jugó en Valencia por el COVID19, tampoco en Villarreal por resultado indeterminado y fue suplente en Milán y en Ucrania. El brasileño lleva sin estar al nivel varias semanas y eso es noticia. Sin embargo, Zidane volvía a apostar por su hombre de confianza ante el Sevilla.
Partido ‘trampa’ ante los andaluces y Zinedine Zidane no se guardaba nada. El francés apostaba por el tridente que le ha dado tres Champions: Casemiro-Kroos-Modric. Contundencia, visión de juego y magia en un mismo centro del campo.
El Madrid empezó a gusto con un Casemiro protagonista. La primera ocasión del partido llegó desde las botas del brasileño con un derechazo desde fuera del área. El equipo estaba bien posicionado en defensa y la presión surtía efecto. Las contras se sucedían, pero no las finiquitaban.
El brasileño estaba realizando un buen partido a nivel defensivo, pero a la hora de atacar, Casemiro desaparecía de la zona de creación, dejando a Kroos como principal creador de juego. La segunda parte comenzaba y la igualdad era la protagonista del partido. Sin embargo, Ferland Mendy decidió truncar esa igualdad y gracias a Vinícius el Madrid se adelantaba en el marcador.
El partido de Casemiro estaba siendo fenomenal. Contundente en defensa y preciso en ataque. El Sevilla tenía el balón, pero el planteamiento defensivo del Madrid surtía efecto en la segunda parte. El conjunto blanco acabaría encerrado en el área, pero mostrando una solidez defensiva inédita esta temporada.
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