El Real Madrid pagó 60 millones en el verano de 2019 por la gran estrella del conjunto alemán, pero apenas ha tenido tiempo de demostrar su mejor versión. Ha jugado 32 encuentros de los que únicamente ocho salió como titular logrando anotar dos tantos. A pesar de ser el segundo delantero centro del equipo, Zidane optó en el último encuentro ante el Osasuna por recurrir a Marino delante de él. Puede que este gesto fortaleciera la intención del serbio de abandonar la capital. (Exclusiva: Hugo Duro 'asciende' con la salida de Jovic: será el tercer delantero de Zidane).
Además de tener pocas oportunidades en el conjunto merengue, no ha afianzado ninguna relación de amistad con sus compañeros. Según ha asegurado ABC, es un alma solitaria que apenas ha congeniado con el vestuario, su relación es prácticamente nula. Es el primero en irse de los entrenamientos y el último en llegar a Valdebebas. Se limita a entrenar y apenas socializa con los demás madridistas.
El club ha intentado ayudar al jugador para que se adentrara en el grupo, pero Jovic ha preferido siempre ir a su aire. Ha tomado varias decisiones erróneas que no le dejan en buen lugar, como saltarse el confinamiento cuando regresó a su país en los primeros días de pandemia.
El delantero es un chico tímido y de pocas palabras, tal y como aseguró en su presentación. Además, su actitud de pasotismo sobre el terreno de juego logra desesperar a sus compañeros. Sigue sin ser consciente de lo que significa el Real Madrid, por lo que esperan que estos meses en Alemania le sirvan de terapia para valorar lo que tenía en la capital.
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