La Supercopa de España se caracteriza por su brevedad. Únicamente se celebran tres partidos (dos semifinales y una final), por lo que, como máximo, dos de los cuatro implicados (Real Madrid, FC Barcelona, Athletic Club y Real Sociedad) disputarían dos encuentros. Una de las grandes cuestiones que surgen en este tipo de competición es cuándo se deberán cumplir las diferentes sanciones disciplinarias que se produzcan. Antiguamente, estas amonestaciones solo se cumplían en los partidos de Supercopa, pero esto ya no ocurre así. (Florentino echa cuentas: si el Madrid consigue la Supercopa se llevará 2 millones en premios).
El Código Disciplinario establece en su reglamento cuáles son las sanciones para los jugadores, entrenadores, directivos, árbitros y clubes cuando infringen las normas establecidas en las reglas de juego y de competición. El artículo 56.8 recoge cómo se aplican estas amonestaciones en la Supercopa.
“La suspensión por partidos que sea consecuencia de la Supercopa de España con independencia de su gravedad, implicará la prohibición de alinearse, actuar, acceder al terreno de juego, al banquillo y a la zona de vestuarios, en tantos aquellos como abarque la sanción por el orden en que tenga lugar, aunque por alteración de calendario, aplazamiento, repetición u otra cualquiera circunstancia, hubiese variado el preestablecido al comienzo de la competición”, aclara dicho artículo.
Por tanto, cualquier amonestación originada en los partidos de la Supercopa de España deberá cumplirse en el próximo partido oficial que se dispute. Esto significa que, el jugador sancionado en la semifinal deberá cumplir su castigo en la final (si llegase su equipo a esta) o en el próximo partido. En el caso del Real Madrid, el siguiente partido es de Copa del Rey, por lo que el jugador amonestado no estaría presente en el encuentro. Si la sanción fuese de dos o más partidos, el jugador sancionado tampoco estaría presente en los encuentros de Liga hasta cumplir con su castigo.
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