Eso sí, de lo que no puede quejarse el entrenador merengue es del apoyo total que tiene dentro del vestuario o, al menos, de la parte más ‘influyente’ del mismo. El denominado ‘núcleo duro’, formado por los Ramos, Benzema, Varane, Casemiro, Modric o Kroos, está a muerte con su entrenador. Tanto que, según ha podido confirmar Defensa Central, todos ellos creen que el despedir a Zidane en mitad de la temporada sería “un gran error”.
En este aspecto, Zidane dejó una reflexión interesante cuando, tras perder en Alcoy, le preguntaron si él creía que su mensaje estaba calando dentro del vestuario y él contestó que sí aunque resaltó que “eso se lo tienes que preguntar a los jugadores, pero creo que sí”, es decir, el técnico siente el apoyo de los que salen al campo, o al menos de la gran mayoría. Y eso ya es mucho.
La buena noticia para Zidane, dentro de mal sabor de boca, es que sus jugadores están con él. El francés no va a ser el típico técnico al que los futbolistas le ‘hagan la cama’ para quitárselo de encima, al contrario, si de ellos dependiera, Zizou continuaría mucho tiempo porque es el técnico que más y mejor les ha entendido, el que más les ha hecho ganar y con el que han conjugado una relación especial. Obviamente los resultados mandan y los propios jugadores saben que más partidos como el de Alcoy no podrán sostener al francés en el cargo. De ellos depende ahora el no poner en peligro a su jefe directo.
Y es que el Real Madrid del presente año se ha mostrado demasiado irregular desde que arrancó la temporada y eso es algo que Zidane no ha sabido corregir. Con más rotaciones, con menos, en partidos de Liga, de Champions, de Supercopa o de Copa. Ha habido de todo y, lo único evidente, es que los blancos ya han perdido la mitad de las competiciones a las que aspiraban en este curso 2020-21.
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