Muy activo estuvo Isco en los primeros minutos del partido. El Madrid no jugó con cuatro centrocampistas, sino que el malagueño hizo de falso nueve. En otras palabras, se encargó de ser la punta de ataque del equipo, como si de Benzema se tratase.
Aunque no fue un jugador determinante, sí que fue un dolor de cabeza para la defensa italiana, que fue su objetivo desde un principio. En el minuto 37 de partido generó una ocasión de peligro, pero el balón se marchó desviado rozando el palo de Gollini.
El rol de Isco cambió en la segunda parte con la entrada de Mariano Díaz al terreno de juego por Vinicius. El futbolista malagueño atrasó su posición hacia la izquierda, jugando de extremo. Zidane optó por esta estrategia para encontrar el gol que tanto se buscó. En el minuto 75 fue sustituido por Sergio Arribas.
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