En el club cada vez veían más difícil que el PSG liberase a Mbappé y temían que no se produjera ni un solo refuerzo (con permiso de Alaba) este verano. Además, la complicada lesión detectada a Toni Kroos a principios de agosto también influyó en la idea de fichar a un centrocampista para tener una plantilla más completa.
Por otra parte, Luka Modric cumplirá 36 años en unos días y esta temporada rotará más que nunca. Carletto veía con muy buenos ojos incorporar a Camavinga, que era la opción número uno del Real Madrid desde que Zidane recomendó su fichaje.
El Rennes se puso en contacto con los clubes que se habían interesado con anterioridad por Camavinga y lo puso en el mercado. El futbolista ya había hecho saber a los dirigentes del conjunto francés que no renovaba y, si no encontraba un destino este verano, saldría como agente libre en 2022.
Algo que no estaba dispuesto a permitir el Rennes, ya que se trataba de una de las joyas de la cantera y renunciar a un traspaso sería una jugada pésima. Por ello, aunque el año pasado pedían 100 millones, en esta ocasión estaban dispuestos a aceptar unos 35-40 'kilos' por él.
Si bien es cierto que algunos clubes de la Premier estaban dispuestos a hacer una mejor oferta, el futbolista no quiso escuchar ningún canto de sirena porque ya tenía claro que quería jugar en el Madrid. Cuando su agente, Jonathan Barnett, le hizo saber que los blancos estaban en la carrera, lo dejó muy claro: "Al Real, solo quiero ir al Real".
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