"Es una victoria de entrenador", reconocen desde la zona noble del Santiago Bernabéu por el 1-2 que sacó el Real Madrid en la capital del Turia. El partido estaba perdido e iba abocado a una victoria del Valencia.
Hugo Duro puso el primer gol, a falta de 20 minutos, y en Mestalla ya se veían con los tres puntos en el bolsillo. El Real Madrid es el Real Madrid, como dijo Simone Inzaghi tras el Inter-Real Madrid (y Vini Jr se encargó de demostrarlo).
El papel de absoluto protagonista se lo llevó el dúo goleador, lógicamente, con Karim y el crack de Río de Janeiro, en cabeza, pero en la entidad aseguran que todo el mérito es directo de Ancelotti. Apostó por la victoria y supo reaccionar. "No es fácil reaccionar así", consideran desde las oficinas de Valdebebas. Dicho y hecho. El Madrid firmó un remontadón.
Fueron decisivos sus cambios: Rodrygo y Camavinga, de forma inmediata, tras el 1-0 de los che. Luego entraron Isco y Jovic, que también supieron firmar un buen papel en el césped. El protagonismo fue de Eduardo, el joven francés que parece que lleva 10 años jugando en el Bernabéu y solo lleva 3 partidos. Totalmente decisivo.
Ancelotti movió la pizarra
Ancelotti, además, apostó por lo difícil: llegó a estar en el césped con Vinicius Jr, Benzema, Hazard y Rodrygo Goes, además de Camavinga y Fede Valverde. Nombres para asfixiar al Valencia, con confianza, y para sacar una tromba de fútbol sobre la portería de Mamardashvili. De hecho, si el partido dura 5 minutos más, quizá el Madrid hubiese encontrado el tercer gol.
El de Reggiolo, en otro ataque de entrenador, con maestría, demostró que es un técnico de categoría. Había dudas con su regreso, pero en La Castellana están convencidos de que es lo mejor que le podía pasar al Real Madrid post Zinedine Zidane. El Madrid de La Décima (y de la raza) ha vuelto.
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