El Santiago Bernabéu fue un clamor. Nadie entendía que el colegiado no señalase ni una sola falta a favor del Real Madrid. Los jugadores, Asensio entre ellos, se dirigían constantemente a él con los brazos abiertos y le decían: "¿Qué pasa? ¿No vas a pitar nada?".
Algunos como Vinicius recibieron entradas criminales sin castigo en forma de cartulina. Eso sí, en cuanto el brasileño protestó una jugada fruto de su hartazo por el paupérrimo arbitraje de Gil Manzano, no tardó en ser amonestado.
Pero la gota que colmó el vaso, sin lugar a dudas, fue el posible penalti de Raúl Albiol a Nacho Fernández. Una entrada durísima que el colegiado decidió omitir. Y, si no es dentro del área, es falta clara. Pero, para Gil, ni una cosa ni la otra.
Y no es la primera vez que el Real Madrid se ve perjudicado en estas siete primeras jornadas. Como los resultados acompañan, pocos reclaman estos errores arbitrales, pero están ahí. No hay más que tirar de hemeroteca. Ante el Valencia, en Mestalla, González Fuertes se tragó un penalti de Hugo Guillamón a Vinicius. Así como Cuadra Fernández otro de dos zagueros del Levante a Luka Jovic en el partido que acabó 3-3.
Los colegiados siguen en la misma dinámica que la temporada pasada. El Atlético ganó una Liga ajustadísima, entre otras cosas, por los errores arbitrales que siempre perjudicaron a los que visten de blanco. Y en esta, aunque el Real Madrid es líder, no pinta nada bien con respecto a este asunto. Cuidado...
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