Había miedo en el Real Madrid con Gareth Bale, pese a que Carlo Ancelotti no lo exteriorizaba, y en Valdebebas estaban en lo cierto. El parón era la excusa perfecta para volver a ver al futbolista de Cardiff lesionado. No jugó frente al Rayo Vallecano, pese a estar disponible, pero sí que acudió a la llamada de Robert Page para encabezar la lista de Gales.
"Gales. Golf. Madrid", en su lista de prioridades, y dicho y hecho. Bale despreció las recomendaciones del Real Madrid y le pidió al propio seleccionador ser titular frente a Bielorrusia. Lo fue y forzó demasiado.
Quiero quedarse, incluso, más tiempo en Gales. Su idea pasaba por jugar frente a Bélgica, pese a que su combinado nacional ya estaba clasificado para la repesca de forma automática, y horas antes de querer saltar al césped surgió la noticia: otra vez lesionado.
Los servicios médicos de Gales detectaron una nueva lesión muscular, en el sóleo, y ahora deberá estar 3 semanas de baja, mínimo, tras pasar por exploración con el Real Madrid. Regresó tocado por el virus FIFA, sí, pero también por no seguir las recomendaciones médicas que le ofrecían en Valdebebas.
Desprecio al Madrid
Su actitud de ir con Gales sí o sí, de querer jugar con Bélgica y de pedirle a Robert Page más minutos, despreciando la opinión del club que le paga, el Madrid, desquicia a los aficionados y a más de uno en los pasillos de la Ciudad Real Madrid.
Gente dentro del club, incluso, cree que la falta de respeto de Bale hacia la institución que le paga merecería un ‘castigo’ en forma de multa, algo que en la entidad, según ha podido conocer DC, no va a realizar de ninguna manera. Bale se irá de rositas, aunque en el Bernabéu empiezan a tener más que claro que falta un día menos para cerrar su etapa de blanco.
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