El doble rasero de siempre: el arbitraje de la Liga se retrata con la mano no pitada contra el Elche

De Burgos Bengoetxea no pitó una mano clamorosa de Verdú... que sí que le pitó a Militao.


Militao y Verdú

Militao y Verdú




Los arbitrajes de LaLiga siguen desenmascarándose ellos mismos. Se retratan de forma constante. En el Bernabéu se pitaron dos penaltis, sí, pero lo cierto es que se pudo pitar un tercero. Fue por mano, de Gonzalo Verdú, y fue la más clara de las tres jugadas. El resto de manos que se pitaron eran evidentes, pero la tercera era la menos discutible de todas... Y no se pitó.

De Burgos Bengoetxea le perdonó el tercer penalti pitado al Elche y ni quiso acudir al VAR para poner justicia. Así como sí que se pitaron tres penaltis en el Valencia-Real Madrid de la pasada temporada, en Mestalla, en el Bernabéu no sucedió... pese a ser algo justo. La mano de Verdú no admite discusión, visto lo visto, tras saber que hace menos de un año se castigó a los blancos por una mano similar.

Fue de Éder Militao, durante el Real Madrid-Sevilla, y le costó una pena máxima al Real Madrid. El central brasileño, con la mano totalmente despejada, estaba en una posición idéntica a la de Verdú.

En Real Madrid ya se quejaron, claramente, con una crítica que azota a Bengoetxea. El árbitro no quiso señalar un tercer penalti para evitar un debate en la prensa nacional y para evitar que se avivase la polémica. 


La jugada del Real Madrid-Elche dejó a los jugadores muy enfadados, rodeando a De Burgos Bengoetxea, por lo claro que parecía en directo. El colegiado hizo oídos sordos y los blancos terminaron el encuentro con el 2-2 y también quejándose del doble rasero de siempre... que sí que costó un penalti de Militao.