Oriente Medio, dispuesto a dejarse centenas de millones en un equipo donde esperan quedarse con el malagueño
Europa teme por la llegada de un nuevo club estado. El AC Milan suena con fuerza por estas horas para ser parte de un poderoso fondo de inversión que llegaría a San Siro a base de talonario. El Real Madrid se encuentra atento a las negociaciones con el futuro de Brahim Díaz por el medio.
En un fútbol europeo roto por esos equipo que a base de talonario construyen su historia y títulos, el Real Madrid ya recibe los rumores del nacimiento de lo que podríamos denominar como un nuevo ‘club estado'. El AC Milan estaría cerca de cerrar de su venta Oriente Medio con el futuro de Brahim Díaz todavía por definirse.
El malagueño ha sido tema de conservación entre ambos clubes producto de una cesión a los rossoneri que tarde o temprano llevará a ambas partes a sentarse nuevamente. El Madrid tenía hasta en sus planes recuperar al media punta en verano para vender a Marco Asensio rumbo a San Siro, pero la amenaza de millones que llegarían a la capital de Lombardía puede torcer lo ideado hasta aquí. Atentos todos.
‘L’Equipe’ es quien desvelaba esta mañana las conversaciones entre el grupo Elliot, dueño del Milan y del Lille en los últimos años, con un importante fondo de Oriente Medio interesado en adquirir ambos equipos. Las charlas se han intensificado en las últimas horas y todo apunta a llegar a buen puerto en los próximos días. Un nuevo ‘club estado’ asoma en el horizonte.
En Milan están más que contentos con el cedido por el Real Madrid, pero hasta aquí no cuentan con dinero de sobra para pagar los 20 millones de opción de compra pactados con el club blanco. Al igual que todo un Calcio sumido en una crisis económica sin precedentes gracias a la pandemia, el conjunto rossoneri acumula deudas que podrían desaparecer si es que el fondo Investcorp, cuya sede se encuentra en Bahréin, adquiere las acciones del gigante italiano.
Una operación que habrá que ver que efecto tiene en un club reconstruido bajo el brazo de Paolo Maldini (director deportivo y principal defensor de Brahim), quien todavía se desconoce si seguirá al frente de un Milan que en este momento está más cerca que nunca de abandonar su historia para convertirse en un ‘club estado’ sin límites en lo financiero.
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