El jefe de fútbol internacional del club blanco supo ver el potencial de un 'menino' que despuntaba en el Santos
Rodrygo ha llegado para quedarse. Desde que fichó por el Real Madrid se ha visto reflejado en las dos caras de la moneda. Surfeando en la cresta de la ola, pero también tragando agua cuando no tenía oportunidades. Una montaña rusa de sensaciones que, aún así, no pueden ser mejores para un joven que acaba de cumplir los 21 años y ya es titularísimo en el mejor club del mundo.
Hay jugadores que están tocados por una varita y Rodrygo es uno de ellos. Ancelotti lo sabe desde el primer día. Por eso, en agosto dijo que prefería a Asensio de interior antes que de extremo. Esa posición iba a ser para el brasileño: "Cuando entra marca la diferencia muchas veces", dijo el míster tras uno de sus últimos goles ante el Chelsea. Y es que cuando la pelota quema, las cosas se complican y se exige responsabilidad, Rodrygo no se quema.
Su temperamento en el campo es una de las cualidades que más valora el entrenador. Entra como un 'rayo' (así le llaman en el vestuario) y rompe con lo establecido. Fue clave en la remontada contra el PSG, marcó ante el Chelsea el gol que mandaba la eliminatoria a la prórroga y cuatro días después también sumó otro tanto importante en el Pizjuán cuando los suyos perdían 2-0.
El sábado firmó un doblete para dar la trigésimo quinta Liga al Real Madrid. Después se sumaron a la fiesta Benzema y Asensio, pero el que descorchó la botella fue Rodrygo. Un futbolista que aumenta su valor en cada puesta en escena. En el Real Madrid están encantados con él y le consideran intransferible: "La idea es que haga carrera aquí", comentan a DC.
Responsable, talentoso implicado y con los pies en la tierra. Así se puede definir a Rodrygo en unas pocas palabras. Nunca ha dado un problema en el vestuario. Jamás ha puesto una mala cara. Tampoco cuando Asensio le quitó el puesto que después no tardaría en recuperar en este final de temporada tan excepcional.
Lo mejor de Rodrygo está por llegar. Con contrato hasta el 30 de junio de 2025, en verano se reanudarán las conversaciones ya iniciadas para renovar (con mejora de salario incluida). Se lo está ganando sobre el césped. Los 100 partidos con el Real Madrid que cumplió hace unas jornadas en Pamplona se van a quedar cortos. No se vende.
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