El vestuario madridista pasa de la última falta de respeto que quiere tener el Atlético: "El campeón no cambiará"

La tradición dicta que el próximo rival que se enfrente al equipo que viene de ser campeón en una competición, le hará el pasillo antes de comenzar el encuentro para felicitar a los campeones. Se trata de una ley no escrita en el mundo del fútbol que ha sido respetada por todos los clubes a lo largo de la historia, a pesar de que muchos tenían reticencias a realizarlo. Sin embargo, el Atlético de Madrid está dispuesto a romper con esa tradición y no quiere realizarle el pasillo al Real Madrid cuando se enfrenten el próximo domingo en el Wanda Metropolitano.

Provocación

“Felicitaremos al Madrid por el título. Realmente se lo merecen, pero nosotros respetamos mucho a nuestra afición”, comentó José María Giménez después del partido de los rojiblancos ante el Athletic, sugiriendo que no harán el clásico pasillo al Real Madrid el próximo domingo.

Una nueva provocación de un jugador frustrado porque su equipo no ha dado la talla esta temporada. Los colchoneros confiaban en revalidar el título de Liga que consiguieron el año pasado, pero se han quedado a 20 puntos del Real Madrid, y su pelea actual es por asegurar el cuarto puesto que da acceso a la Champions.

La intención de los rojiblancos no es otra que realizar una nueva falta de respeto contra el Real Madrid, de nuevo corroídos por la envidia. Ni siquiera el Barcelona llegó hasta tal punto de negarse a reconocer al campeón. Pero en la plantilla de los campeones, esta nueva provocación ha sentado a risa.

Centrados en el City

Los jugadores blancos ven como un gesto desesperado la negativa del Atlético a realizar el pasillo el próximo domingo. Mientras que los merengues han completado un año impoluto, los colchoneros han pasado una de las peores temporadas de su historia reciente, y llegan en un momento de forma lamentable, con cuatro puntos en los últimos cuatro partidos.

Los de Ancelotti no quieren entrar en polémicas y no quieren ni oír hablar del Atlético hasta que pase el partido más importante de la temporada: la vuelta de las semifinales de la Champions contra el Manchester City el próximo miércoles en el Santiago Bernabéu. Hasta entonces, los madridistas solo piensan en Guardiola. 

A nadie le importa si el Atlético se niega a reconocer a los campeones en una nueva muestra de su inmadurez. El objetivo está claro y la plantilla no quiere distracciones de ningún tipo. Los lloriqueos de los rojiblancos no tendrán efecto.