El canterano vivó una de esas noches mágicas que sueñas desde que eres un niño
Nacho Fernández representó a todos aquellos chavales que alguna vez hemos soñado con jugar en el Santiago Bernabéu. El canterano firmó un partidazo y demostró que es capaz de sobreponerse a cualquier situación.
El Real Madrid llegó al Santiago Bernabéu con la necesidad de remontar ante el Manchester City. Carlo Ancelotti no pudo contar con su 11 de gala, ya que David Alaba no logró superar sus molestias en el aductor.
Alaba cayó lesionado en El Sadar frente a Osasuna, y forzó posteriormente en el encuentro de ida ante el Manchester City, pero tuvo que ser sustituido al desanso. Nacho ocupó su lugar. Carlo Ancelotti confía mucho en el canterano español, que ya ha demostrado muchas veces que puede dar un alto nivel en partidos de máxima exigencia.
El Real Madrid empezó apretando, con el impulso de la gente, y tuvo sus ocasiones, pero no fue el día más preciso del equipo de Ancelotti, y perdonaron más de la cuenta.
Por supuesto, el Manchester City también quiso decir lo suyo, e hizo que Courtois tuviera que sacar su mejor versión para mantener al equipo en el partido. El encuentro se marcho al descanso con ocsiones para ambos bandos.
En la segunda mitad, el conjunto blanco empezó a sufrir, y Mahrez marcó el 0-1 que congeló al santiago Bernabéu. A pesar de ello, el equipo lo intentó hasta al final, y los 2 goles de Rodrygo mandaron el partido a la prórroga.
En el tiempo extra empezó el show de Nacho, que sin ser un jugador muy habitual, se hizo dueño y señor del campo, ganando todos los duelos y mostrando una personalidad arrolladora. El penalty de Karim Benzema llevó al conjunto blanco a París.
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