El brasileño desquició a Walker, que acabó sustituido y rendido al brasileño
Sin tratar de buscarle explicación a lo visto este miércoles en el Santiago Bernabéu, la única certeza que queda es que, con el escudo del Real Madrid en la camiseta, hay que creer hasta el final. Vinicius, insistente y amenazante, fue la muestra de ese espíritu irreductible.
El brasileño no tuvo su mejor noche, pero escenificó lo que sintieron todos los madridistas. Las posibilidades eran ínfimas, pero no por ello había que bajar los brazos y dejar de intentarlo. Vinicius lo intentó de todos los colores, en velocidad y con desborde en estático. Desquició a sus marcadores y rozó el gol en varias ocasiones. Las cosas no salían pero una vez más, el brasileño demostró que nunca hay que rendirse.
Guardiola tomó buena nota del partido de ida de lo que Vinicius podía hacerle si no ponía un buen cepo en el lateral. En el Etihad, el brasileño aniquilo a Fernandinho y el técnico catalán decidió apostar por un Walker que llegaba entre algodones. Pero al final terminó retirando al inglés para remodelar la defensa.
Su mapa de calor señala lo alto que se mantuvo Vinicius todo el partido, amenazando constantemente al lateral que le defendiera. Los de Guardiola llegaron a pensar que tenían el partido controlado, pero cuando menos lo esperaban se llevaron una de las remontadas las más grandes de la historia de la Champions.
Por el camino, Vinicius se encargó de mandar a la caseta a Walker, que estuvo un buen rato forzando antes de marcharse al banquillo, y después volvió loco a Cancelo, que se reconvirtió a la derecha para los minutos finales.
Vinicius tuvo un par de ocasiones en el arranque de la segunda parte que no logró concretar por muy poco, y no estuvo muy acertado a la hora del último pase. Pero aguantó siempre a la defensa del City en tensión y además estuvo muy sacrificado en una labor que le había encomendado Ancelotti.
El italiano le había insistido a Vinicius que debía ayudar a Mendy en las tareas defensivas para que no se encontrara en situaciones de dos contra uno. El brasileño lo dio todo para ayudar a su equipo y corto varias jugadas de peligro en el momento justo.
A falta de cinco minutos para el final, cumplido el 115, Ancelotti decidió retirarle y el brasileño le pidió seguir en el campo. Una muestra de su ambición, pero el italiano sabía que era el momento de guardar fuerzas y no arriesgar una posible lesión. Vinicius solo tiene en mente la gran final de París.
SECCIONES
2024 © Defensacentral.com