Lucas Vázquez tuvo que lidiar con Carrasco, el más entonado de los jugadores del Atlético

El lateral completó el partido pero fue una vía de agua ante el belga

Lucas Vázquez
Lucas Vázquez
Diego Gálvez | 08-05-2022

El Atlético de Madrid se ha llevado los tres puntos del derbi pero los que se marchan con una sonrisa son los madridistas. El ridículo de los rojiblancos con el pasillo y las pancartas estuvo coronado por un partido marcado por un arbitraje lamentable. Una cacería de la que el Madrid sale como llego, campeón de Liga.

El derbi madrileño más descafeinado en los últimos años fue para los colchoneros pero sin duda alguna, son los merengues los que van a dormir más tranquilos esta noche. A pesar de la victoria, los blancos siguen sacando 17 puntos a su rival, y esta noche solo han constatado su mal perder. Las necesidades de los dos equipos pesaron demasiado en el partido y al final ganó el que se está jugando la vida.

Difícil pareja

Ancelotti revolucionó el once para dar descanso a varios de los pilares del equipo, sellado el título de Liga y con el billete a la final de la Champions. Una de las novedades era la vuelta de Lucas Vázquez a la titularidad, dejando a Carvajal en el banquillo. El gallego formaba en una defensa inédita que lo pasó muy mal en el Wanda Metropolitano.

La prioridad para Ancelotti era mantener el ritmo competitivo y no arriesgar en absoluto en un partido intrascendente para la clasificación. Esa falta de ritmo la sufrió Lucas en la primera parte, que tuvo que hacer frente al jugador más entonado del Atlético en los mejores minutos de los rojiblancos.

Carrasco fue la pieza clave para que los de Simeone se llevaran el triunfo. No solo por su gol de penalti al filo del descanso, sino también por sus constantes amenazas por la banda, aprovechando los huecos que dejaba a la espalda Lucas Vázquez.

Arreón

Tras una primera parte en la que el Madrid apenas había podido estirarse y Lucas lo había pasado muy mal para defender a Carrasco, los blancos tocaron la corneta y se lanzaron en busca del empate tras el descanso. Al final este no llegó, pero las ocasiones fueron suficientes como para haberlo merecido. 

Lucas se sumaba con frecuencia al ataque para tratar de colgar el balón desde la banda o ayudar en la posesión en el centro del campo. Pero los espacios que dejaba a su espalda el gallego, los castigaba con dureza Carrasco.

Las sensaciones no fueron buenas para Lucas en un partido en el que le tocó mirar más para atrás que para adelante. Pero la enseñanza está hecha y esto tiene que servir para no volver a cometer este tipo de errores en lo que queda de temporada.