En el club blanco se interesaron por su situación hasta el último momento, pero optaron por mantenerse en un segundo plano porque la prioridad era asegurarse a Mbappé
Erling Haaland se convertirá en nuevo jugador del Manchester City en los próximos días. El noruego, que ya ha pasado incluso reconocimiento médico, finalmente se ha decantado por la propuesta del conglomerado árabe propiedad de Mansour bin Zayed desde el 2008. Sin embargo, la prioridad del futbolista desde el minuto uno siempre fue fichar por el Real Madrid.
En Defensa Central desvelamos el pasado mes de noviembre que Haaland daba prioridad al club blanco. Así se lo hizo saber a su staff técnico y al difunto Raiola, que sólo barajaba dos opciones: Madrid o Mánchester. En marzo llegó una oferta firme y contundente del City y pocas semanas después la de Florentino Pérez.
En cualquier caso, el Real Madrid no puso toda la carne en el asador por Haaland. La oferta estaba a años luz y en Valdebebas fueron a medio gas porque el objetivo, desde el primer momento, siempre fue cerrar la operación Mbappé.
Haaland quiso esperar al conjunto de Ancelotti hasta el último momento. Con la esperanza de recibir una mejor propuesta que mereciese la pena asumir el riesgo de llegar y ser el suplente de Benzema y Mbappé. Nunca se produjo.
El Real Madrid contactó la semana pasada con el Dortmund para conocer cómo estaba la situación del noruego. Fue entonces cuando desde el Ruhr trasladaron que estaba todo prácticamente hecho con el City. Haaland no quería esperar más y el fallecimiento de Raiola lo aceleró todo.
En el club blanco entendieron que era una operación con demasiado riesgo. Podría comprometer la masa salarial a corto plazo, Benzema está en el mejor momento de su carrera y Mbappé cada vez más cerca. Su historial de lesiones también preocupaba y es que en el Bernabéu preferían afrontar el coste, aunque fuera mayor, en 2023. Ahora fichará por el City, pero deja la puerta abierta al Madrid más pronto que tarde.
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