Los tres mejores aspectos que mostró el Real Madrid ante el Levante: la intensidad de todos

Era el Levante quien se jugaba la vida, pero parecía que los que necesitaban la victoria eran los madridistas. Salieron a morder desde el minuto 1, buscando con muchas ganas la portería rival.

Benzema avisó con un derechazo, y los delanteros llegaban en oleadas. Pero a partir del gol de Mendy, se destapó el tarro de las esencias. Querían más, a subieron líneas para llegar con todo al área granota.

De hecho, apenas dejaron respirar a la defensa levantinista que se vio superada en todo momento, No sabían por dónde le venían los golpes de un equipo que disparó 16 veces a puerta.

Para ello ayudó la fuerza que dieron Camavinga y Fede Valverde a la medular. Subieron líneas y presionaron muy arriba la creación de juego, impidiéndoles jugar casi ningún balón.

Ese detalle, permitió al Madrid recuperar balones muy arriba, y montar ataques a toda velocidad. Y su despliegue físico ayuda a volver para atrás, cuando han logrado superar esa primera barrera.

Por último, era el día para Benzema, Vinicius y Rodrygo. No sólo por los goles sino porque se entendieron como nunca. Mucha más movilidad de todos, que dificultaban fijar marcajes a los zagueros.

Esa capacidad para aparecer por todos lados fue determinante a la hora de volver locos a los centrales. Pero también con sus asociaciones, buscándose y encontrándose para no dejar de crear peligro.