El belga regresó al equipo casi tres meses después para jugar los últimos 20 minutos
Eden Hazard volvió a sentirse futbolista tras casi tres meses fuera de los terrenos de juego. El extremo belga salió para los últimos 20 minutos del partido ante el Cádiz en el Ramón de Carranza, en el penúltimo trámite que les faltaba a los blancos para dar por concluida LaLiga.
Cuando Hazard anunció que pasaría por el quirófano a mediados de marzo todos asumían que se había acabado la temporada para el 7 del Real Madrid. Sin embargo, el belga ha conseguido recortar los plazos de su recuperación y ha llegado a tiempo para el último suspiro de la temporada. Ante el Levante el jueves ya entró en la convocatoria y este domingo, Ancelotti estaba decidido a darle minutos, además en su posición favorita.
En la política de rotaciones de Ancelotti, este domingo tocó una revolución masiva no solo en el once sino también con los cambios. Benzema y Vinicius eran las principales ausencias en ataque y los dos delanteros estrella se quedaron sin minutos ante el Cádiz. En su lugar comenzaron Rodrygo y Mariano, y sus cambios fueron inéditos.
Superada la hora de juego, Ancelotti movió el banquillo por primera vez para retirar a Rodrygo y dar entrada a Hazard para que el belga se situara en la izquierda. Su mapa de calor no refleja demasiada incidencia en el juego pero si sirve para comprobar como el delantero prefirió meterse por dentro antes que quedar pegado a la línea de cal.
En lugar de Mariano entró el joven canterano Latasa, segundo máximo goleador del Castilla. Con un tridente inédito, formado por Asensio, Hazard y Latasa, el Madrid terminó el partido en Cádiz salvando los muebles ante un equipo que puso las cosas muy complicadas desde el inicio.
La principal incógnita sobre el regreso de Hazard era el ritmo que podría tener el jugador tras tanto tiempo sin pisar el campo. Consciente de que era un partido propicio para reivindicarse, al extremo se le vio muy participativo y trató de asociarse con sus compañeros por dentro.
Sin embargo, su regreso a los terrenos de juego estuvo a punto de resultar un fracaso, si Mateu Lahoz le hubiera enseñado la tarjeta roja por una dura entrada sobre Carcelén, que se marchó lesionado. Hazard respiró aliviado al ver que el color de la tarjeta era el amarillo y estuvo más suelto en los últimos minutos.
A pesar de que pocos cuentan con él para la final de París contra el Liverpool, a Hazard aún le queda un partido de Liga para tratar de reivindicarse después de otra temporada en blanco para el 7 del Real Madrid.
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