En el Madrid creen que el PSG querrá venganza por el fichaje de Mbappé.
El Real Madrid ha cuidado desde el 2017 su relación con el PSG. Mbappé decidió irse al Parc des Princes y se tomó su aventura parisina como un trampolín. No lo dice DC ni lo dice la prensa, lo dijo en su día el propio presidente del Mónaco, Vasilyev. El destino está escrito: Kylian jugará en el Santiago Bernabéu en la próxima temporada.
¿Y eso qué consecuencias traerá? El Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, junto a Nasser Al-Khelaïfi deberán soportar una de las imágenes más dolorosas y que afecta plenamente al orgullo de los petrodólares. Mbappé firmará por el Real Madrid y vestirá la camiseta blanca. Tienen al mejor jugador del mundo en sus filas, le han ofrecido cantidades ingentes de dinero y, pese a todo, el de Bondy se ha mantenido firme: jugará en Chamartín. Rechazaron más de 200 millones de euros (o hacer oídos sordos) el pasado verano. Ahora se irá gratis.
En Valdebebas, por ello, están más que preparados para empezar una guerra contra el PSG. Han cuidado de forma minuciosa su relación con el PSG, pese a ser ninguneados, y ahora se blindan ante los ataques de los parisinos. Saben que habrá venganza (más pronto que tarde) y afilan armas para guardar a sus mejores cracks en nómina.
El jugador que más podía preocupar es Vinicius Jr, pero cuentan con el respaldo total del futbolista de Río de Janeiro. Está más que feliz en la capital de España y vive el mejor momento de su carrera. Los Valverde, Camavinga y Rodrygo, también 'mirlos' apetecibles, están totalmente blindados. El Madrid ha hecho un trabajo de 10 en ese aspecto.
Las cláusulas de todos los integrantes de la plantilla son altísimas. La más baja es la de rescisión de Ferland Mendy (300 millones de euros) y los jugadores están más que asegurados. Desde Courtois (700 millones de euros) hasta Benzema (1.000 millones de euros) pasando por David Alaba (850 millones de euros) y Luka Modric o Vinicius Jr (750 millones de euros). Todos son inalcanzables.
En el Real Madrid están muy tranquilos ante la situación. Esperan ataque parisino, sí, pero con el relax que permite tener a todos los jugadores blindados e incluso a los propios cracks que despuntan en La Fábrica. El movimiento es un claro jaque-mate de los madridistas.
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