El vestuario está extra motivado por el favoritismo que dan al Liverpool

Quieren 'vengarse' de ese menosprecio


Madrid-Liverpool

Madrid-Liverpool




Sin embargo, todo el mundo se empeña en dar cono favorito al Liverpool. Consideran que están por delante de los blancos y que tienen más posibilidades de hacerse con la 'orejona'. Algo que no ha gustado en el vestuario.

Y es que consideran que les están faltando el respeto, infravalorándolos una vez más. El camino de los blancos hasta París ha sido el más difícil. PSG, Chelsea y Manchester City han sido los rivales en las eliminatorias. 3 candidatos al título que se quedaron por el camino.

Mientras que el cuadro del Liverpool ha sido mucho más favorable. Sin faltar el respeto a ningún equipo, Ajax, Benfica, que debía haber sido el rival de los blancos en octavos, y Villarreal eran de un nivel inferior.

Eso no quiere decir que lo de Klopp no hayan hecho méritos para llegar tan lejos, pero los chicos de Carletto creen que lo justo hubiera sido dar el mismo favoritismo a ambos conjuntos, en una final donde prima la igualdad.


Por eso, no dejan de comentar estos días ese hecho, sobre todo para callar la boca a todos aquellos que creen que no van a ganar. Ese favoritismo que han otorgado al Liverpool les está dando un extra de motivación.

Si ya de por sí jugar una final siempre genera ilusión, en esta ocasión los blancos tendrán el doble, ya que quieren hacer valer su gran temporada, la cual piensan que no se está valorando en su justa medida. (La obsesión de Ancelotti)

Algo habitual

Los más veteranos del vestuario ya están acostumbrados a este favoritismo al rival. Ocurrió en las 2 ocasiones que ganaron al Atlético, y también en Cardiff ante la Juventus, que iba a pasar por encima de los entrenados en aquel momento por Zidane.

Sin embargo, siempre acababan imponiéndose, trayéndose para Madrid el trofeo y dejando a los rivales sin saber como vencer al Madrid en ese partido final donde todo se decide.

Incluso años atrás, en la novena, el Bayer Leverkusen llegó como un rival temible, ante el que nada iban a poder hacer los merengues. Pero la historia demostró que no fue así.