El Real Madrid tiene un presupuesto gigantesco... y las ideas muy claras

Hubo reunión a tres bandas en Valdebebas. Se había supeditado todo al fichaje de Mbappé. Era Kylian o Kylian. En esas perdieron a Erling, rumbo al Etihad Stadium, y ahora toca mirar otras opciones que antes ni se contemplaban. Rüdiger ya es madridista y el problema central está finiquitado. Ahora toca mirar posiciones más adelantadas. Tchouaméni y Gnabry están en la agenda y encajan en la planificación de los blancos. 

En caja hay un total de 400 millones de euros, según apuntan medios como 'Goal', y el poder financiero de los madridistas puede ser devastador. El Madrid sabe, eso sí, que tiene que manejar los tiempos de mercado. Ir con sensación de extrema necesidad hará que por cualquier jugador el precio ascienda mucho más de lo esperado. La paciencia sí que les puede dar la verdadera ganga en el mercado.

Véase el caso de Tchouaméni. El francés estaba cerrado por 60 millones de euros y la presión ejercida por el PSG ha hecho que el Mónaco pida 20 'kilos' más y se asiente en 80 millones de euros. Es un caso de los muchísimos aprovechables que hay en el mercado de fichajes. Florentino y José Ángel Sánchez así se lo han transmitido a Carlo Ancelotti. Irán a por fichajes, pero con absoluta calma y a sabiendas de que quieren evitar cualquier tipo de atraco.

Primero salidas

Con el fichaje de Rüdiger ahora hay overbooking en la zona defensiva. Pasará lo mismo si se consigue llegar a buen término con Tchouaméni y más de lo mismo si Serge Gnabry termina llegando al Bernabéu. Toca afrontar salidas. Tres ya son fijas (Marcelo, Isco y Bale) pero son insuficientes. Hay que buscar hueco a los Jovic, Vallejo, Mariano e incluso Marco Asensio o Andriy Lunin.

Las salidas a afrontar y las decisiones con los cedidos (ahí entran en escena los Kubo, Brahim, Reinier, Mayoral...) es lo siguiente que tendrá que determinar la entidad blanca.