Los merengues tienen todo de cara para cerrar esta operación.
En las oficinas del Real Madrid el trabajo no se detiene con la llegada del verano e incluso va a más, en la búsqueda de reforzar una plantilla que volverá a ser, durante la temporada 2022-2023, la gran aspirante a conquistar todos los títulos en juego, en la que se podrían disputar hasta 70 partidos.
El madridismo acabó el último curso muy satisfecho, tras conquistar tres títulos, pero el futuro apunta a mejorar aún más, sobre todo con la llegada confirmada de Antonio Rüdiger, la renovación de Luka Modric y el más que probable fichaje de Aurélien Tchouaméni.
El mediocentro francés será fundamental para Carlo Ancelotti para la próxima temporada y así se lo ha hecho saber el entrenador italiano al club, especialmente por la temporada tan dura que será la 2022-2023.
Sin embargo, los merengues han tenido que hacer un esfuerzo mucho mayor del esperado inicialmente, todo por culpa de Nasser Al-Khelaïfi, Kylian Mbappé y el emir Tamim bin Hamad Al Thani.
La insistencia de la entidad parisina en Aurélien Tchouaméni, por petición del propio Mbappé, ha obligado al Real Madrid a subir su oferta para hacerse con el medio del AS Monaco.
La espantada del nacido en Bondy, quien prefirió el dinero a cumplir con su palabra dada a Florentino Pérez, ha hecho que el club blanco reestructurara sus planes, dando prioridad a otros objetivos.
La entidad merengue tiene un acuerdo desde hace semanas con Aurélien Tchouaméni, pero el PSG, buscando torpedear esta operación, ha ofrecido 100 millones de euros fijos a los monegascos, lo que ha obligado al Real Madrid a hacer un esfuerzo mayor y subir la oferta hasta los 80 millones de euros fijos y otros 20 que podrían llegar en función de objetivos cumplidos.
Los blancos tienen todo de cara para cerrar esta operación, a falta de la firma y tras pasar el primer reconocimiento médico, para así confirmar finalmente el recambio de Casemiro, el cual se busca desde hace muchos años.
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