Esta temporada conquistó la Decimocuarta en París
Tras una temporada emocionante, con remontadas imposibles, y los sentimientos a flor de piel, el Madrid levantó una vez más la Orejona.
La competición fetiche del Real Madrid es la Champions League. Desde su creación en 1956, el equipo blanco ha tenido una especie de idilio especial que hace que la historia de la competición no se pueda entender sin su participación. Cinco victorias en las cinco primeras ediciones (1956, 1957, 1958, 1959 y 1960) y una sexta en 1966. Solamente en la década de los 70 el conjunto del Paseo de la Castellana no lograba colarse en final alguna, puesto que en los 80, aunque no logró alzar título alguno, sí perdió el choque definitivo de 1981 ante el Liverpool. Precisamente el equipo que ha tenido en su mano recortar distancias en el global en los últimos años.
Tras mucha espera llegó la Séptima y luego vendrían la Octava y la Novena. Todas ellas en años pares entre 1998 y 2002. Para la Décima hubo que tener un poco de paciencia, hasta Lisboa en 2014, con el gol de Sergio Ramos cuando el Atlético ya celebraba su primera Orejona. Y a partir de ahí, el Madrid ha vuelto a poner velocidad de crucero. Más o menos favoritos, los blancos siempre están ahí y descartarlos en los sitios de apuestas de los puestos principales cuando la competición arranca es complicado. El mejor ejemplo ha sido la Decimocuarta, donde los de Carlo Ancelotti han sido el ‘underdog’ desde octavos de final, hasta ganar en la final de París al Liverpool gracias a un gol de Vinicius y una actuación suprema de Courtois. De hecho, en la propia final el conjunto red partía con cuotas favorables y tuvo más ocasiones, pero la mística blanca acabó con el sueño de los de Klopp.
En los años en blanco, equipos como el Milan, el Bayern Múnich y el propio Liverpool iban limando la distancia, colocándose con siete títulos los rossoneri, y seis los bávaros y los ingleses. Estos últimos han sido los que han tenido la ocasión de echar el guante si hubieran logrado salir victoriosos, además de en 2022, en 2018. En Kiev volvieron a enfrentarse al equipo merengue, con Zidane en el banquillo, y se toparon con un doblete sensacional de Bale y la desafortunada actuación de su portero, un Loris Karius que entró en un bache del que aún no ha salido desde entonces. Sí lograron triunfar en 2019, venciendo al Tottenham en Madrid. De modo que, si hubieran ganado las dos últimas finales al Madrid, la cuenta sería 12 a 8. En cambio, el resultado es 14 a 6.
El Liverpool ha tenido en su mano cambiar la dinámica por completo. Porque además de arrebatar dos Champions al Rey de Europa, hubieran logrado hacerse con tres títulos en apenas cinco años, unos números sensacionales. La realidad es bien diferente. La de 2018 fue la tercera en tres años del Madrid de Zidane, después de ganar la Undécima en Milán, también al Atleti, y la Duodécima en Cardiff a la Juventus, en la final más clara de todas las disputadas (4-1). La 14 ha sido un golpe sobre la mesa más. Quizá la ocasión en que menos favorito ha sido el conjunto blanco. Quizá la Champions que mejor regusto ha dejado al aficionado. El Madrid lleva desde 1956 con la directa puesta en Europa.
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