La espantada de Kylian Mbappé hizo al Real Madrid replantearse los objetivos, algo que ha hecho que los aficionados merengues reclamen un 'galáctico' o un delantero de talla mundial.
Sin embargo, los planes están muy lejos de un 'galáctico', ya que con los fichajes de Aurélien Tchouaméni y Antonio Rüdiger, la entidad madridista ha echado el freno a las nuevas incorporaciones.
El Real Madrid está enfocado en las renovaciones y en la 'operación salida', en la que se está encontrando más problemas de los esperados inicialmente, en la búsqueda de colocar en otro equipo a Luka Jovic y a Mariano Díaz.
Estos planes del club blanco afectan a Paulo Dybala, quien en los últimos tiempos no ha sido una prioridad, pero la opción de que llegara gratis estaba ahí.
El delantero argentino ya no es la joya de hace algunos años, aunque igualmente gusta en el estadio Santiago Bernabéu, pero la explosión de Rodrygo Goes y la ilusión por recuperar al mejor Eden Hazard, le cierran las puertas al nacido en Laguna Larga.
Además, el futuro incierto de Marco Asensio, quien actualmente está en una encrucijada y deberá decidir muy pronto los próximos pasos en su carrera, hacen que el Real Madrid no pueda hacer ningún movimiento hasta saber qué ocurrirá con el balear, que tiene contrato hasta junio de 2023.
Dybala, más allá de los rumores que le acercaron al Real Madrid, siempre ha tenido muy claro que su futuro está en el Inter de Milán, club que ya incorporó a Romelu Lukaku y que ahora, apostará todo por el argentino de 28 años, que espera relanzar su carrera en el estadio Giuseppe Meazza.
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