La entidad blanca negoció durante varios meses con la comitiva de Kylian Mbappé con el objetivo de que el francés terminará en Chamartín. Sin embargo, el club madridista se encontró con varios inconvenientes, sobre todo, desde que los padres del jugador habrían dado a conocer sus condiciones.
El París Saint-Germain aprovechó esta situación y realizó un contrato muy por encima de las expectativas que se habían creado en la familia de Mbappé. Los blancos no esperaban que la madre del futbolista subiera las cantidades fijadas en los últimos meses.
Fayza Lamari exigió un bonus por firmar con el Real Madrid de 100 millones de euros, una cantidad que desde la capital estaban dispuestos a pagar. Pero todo se torció, cuando la madre de Mbappé subió sus exigencias y solicitó una prima de 200 'killos', según informa 'El Debate'.
Los blancos irritados por este cambio de planes tan drástico decidió dejar zangado el tema. En el Real Madrid no esperaban esta reacción del entorno del jugador tras haber tenido todo apalabrado durante varios meses.
Borrón y cuenta nueva
En Chamartín han sabido resarcirse del 'no' de Mbappé y continúan con su nueva planificación. A pesar de que el delantero parisino finalmente no llegara a la capital, en el club sabían que tenían suficiente calidad para dominar el fútbol europeo en los próximos años.
El Real Madrid quiso reforzar aquellos sectores donde el equipo de Ancelotti más sufría. Las llegadas de Rüdiger y Tchouaméni han servido para complementar una base más que sólida en la capital.
El nombre de Mbappé está más que olvidado en las oficinas madridistas y este tema ya es un tabú en el club. El Real Madrid seguirá trabajando para traer aquellos jugadores que casen con la filosofía de la entidad y seguirán apostando por los jóvenes talentos.
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