A pesar de todo, las obras no se han detenido y avanzan a pasos agigantados. Un reto de extrema complejidad y por el que trabajan diariamente un millar de empleados. La idea es que pueda inaugurarse para el comienzo de la temporada 2023-24.
Defensa Central ha podido confirmar que durante el mes del Mundial tendrá lugar un progreso significativo de la obra. En principio, el último partido en casa de los blancos antes de la cita internacional será el 9 de noviembre contra el Cádiz. Desde entonces y hasta finales de diciembre (por la Copa del Rey o incluso ya principios de enero) no habrá que aclimatar el estadio para acoger partidos.
Eso permite a los operarios trabajar a pleno rendimiento y no perder ni un minuto en el siempre engorroso mecanismo de paralizar y reanudar las obras con partidos cada tres días. Algo que ya se contemplaba cuando se iniciaron, pero ahora han encontrado un aliado inesperado con en el primer Mundial que se disputa en invierno.
Placer visual
Es posible que para después de Catar ya se hayan instalado todas las lamas de acero que cubren y dan forma al estadio. Uno de los aspectos más llamativos de la obra y que, a día de hoy, se encuentra en un estado avanzado. Así como algunos trabajos dificultosos en la cubierta que requieren gran exposición.
Es conveniente mencionar también, aunque es la parte menos visible, lo mucho que se está empleando el personal en el invernadero que conservará el césped. El foso tiene más de 20 metros de profundidad y esta solución de ingeniería permitirá retirarlo y tener todo listo para la celebración de otros eventos (conciertos, partidos de tenis o baloncesto, congresos...). Ya queda menos para que los madridistas puedan disfrutar del que será el mejor estadio del planeta.
DEJA TU COMENTARIO