En el segundo grupo, hay varios jugadores que terminan sus contratos. El curso pasado estaba claro que ni Marcelo, ni Bale ni Isco iban a continuar, sin embargo, esta vez hay más dudas.
Asensio, Nacho y Ceballos han tenido caminos muy distintos para llegar a esta situación, en la que en 2023 finaliza su vinculación con el conjunto blanco, y todavía no han llegado a un acuerdo para renovar.
Por lo tanto, a partir del próximo 1 de enero están habilitados para negociar con cualquier club que esté interesado en hacerse con sus servicios, aunque no pueden hacerlo con total libertad.
Si un club quiere fichar a alguno de los futbolistas que acaban contrato con los blancos en 2023, ese equipo está obligado a llamar al Real Madrid y decirle que va a hablar con el jugador en cuestión.
Por más que acaben sus contratos en el mes de julio, no podrían entablar conversación con ellos sin antes haber informado al Real Madrid. Es lo que dice la norma y que no pueden evitar.
De hecho, es algo que se habló mucho durante la temporada pasada, durante las negociaciones del conjunto blanco por Mbappé. Se insistió mucho que el Madrid estaba obligado a comunicarle al PSG a partir de enero si iniciaba su intento de fichar al francés.
Ahora, los merengues están en el lado contrario, deben ser informados por los demás clubes si quieren intentar convencerlos de que no renueve y que terminen fichando por ellos.
Por su parte, en el Bernabéu, con esa información, puede también plantear si elevar una oferta o si por el contrario, es mejor dejarlo estar, aunque eso pueda suponer que se vayan libres.
El que más dudas había ofrecido era Marco Asensio, que durante el verano pasado tenía muchas papeletas para marcharse. Pero se quedó, y su mejora en el rendimiento hace que su renovación esté más cerca.
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