Bélgica quiere fichar a Zidane como seleccionador... y Hazard está como loco

Los responsables de la selección belga podrían dar carpetazo a la etapa de Roberto Martínez en pocos días


Zidane y Hazard podrían reunirse de nuevo en Bélgica

Zidane y Hazard podrían reunirse de nuevo en Bélgica




El tiempo de Roberto Martínez como seleccionador de Bélgica se ha agotado. Después de la bochornosa catástrofe que fue la eliminación del Mundial de Qatar 2022 en fase de grupos y su incapacidad de controlar un vestuario roto y dividido por diferencias personales y extradeportivas, la Federación de Fútbol belga ha despedido al que ha sido su entrenador desde 2016.

Este desalojo ha provocado que la mirada de los mandatarios futbolísticos de aquel país se centre en uno de los técnicos libres de mayor prestigio en la actualidad: Zinedine Zidane. El exentrenador del Real Madrid, responsable de haber ganado tres Champions seguidas, también está en la órbita de la FFF, pero los belgas habrían apostado por él para iniciar un nuevo proyecto deportivo.

Esta situación sería la ideal para Eden Hazard, que podría olvidar su decisión de retirarse de la selección belga siempre y cuando Zidane esté al mando de las tareas deportivas del combinado europeo: la afinidad del extremo de La Louvière con quien fuera su entrenador por dos años en el Real Madrid es prácticamente indiscutible. Este suceso, sin embargo, tiene una importante desventaja.

Los problemas de Hazard con Zidane

El tirón de otros jugadores del Real Madrid, como Karim Benzema y Ferland Mendy, para que Zidane se haga cargo de la selección francesa, está resultando mucho más potente que las ganas de Eden Hazard de volver a ser entrenado por Zidane: aunque "esté como loco" porque uno de sus sueños se haga realidad, el empuje de sus compañeros franceses y el supuesto contrato que Zidane habría firmado con los directivos de la FFF eliminarían esta posibilidad.


Pese a todo, Hazard seguirá haciendo esfuerzos dentro de los círculos de influencia de la selección belga para que Zidane 'abandone' su sueño de ser seleccionador de Francia y recale en las instalaciones belgas y se ponga al mando del combinado que ha terminado 'quemado' y ha desaprovechado una de las mejores generaciones de su historia, dejando una vitrina de trofeos prácticamente vacía.