El Madrid siente que a Vinicius le están haciendo lo mismo que a Cristiano… con un ‘extra’

Vinicius Júnior sufre el mismo acoso que ya vivió Cristiano Ronaldo en España.


Vinicius Jr y Cristiano Ronaldo

Vinicius Jr y Cristiano Ronaldo




Ir a estadios como El Molinón, El Sadar, Son Moix, el Vicente Calderón o el Camp Nou, entre otros, era una pesadilla continúa para Cristiano Ronaldo. El de Madeira lo tenía que escuchar en muchos campos de España. "Ese portugués, qué hijo de p... es", le cantaban. Esa canción sonó una vez y se unió al acoso y derribo que tuvo que afrontar dentro y fuera del campo. Ya no dejó de sonar y fue cosa recurrente en las visitas a estadios hostiles de LaLiga.

Lo que sufre Vinicius Júnior. Agresiones impunes, réplicas de los rivales en los micrófonos, persecución arbitral... Nada ha cambiado. Se ha modernizado. Ahora le toca al joven de Río de Janeiro que, pese a su edad, ya es el tercer jugador más valorado en el mercado de fichajes. Tiene un valor de mercado de 120 millones de euros y sus cifras goleadoras van en aumento. Es el miedo que genera en España. 

Esa campaña la vivió CR7 de forma muy similar, aunque con la salvedad de que no entraba en escena el racismo. Primero en el Cívitas Metropolitano con dos hechos totalmente deleznables y ayer llamándole "mono" o "simio" simplemente por ser brasileño. El tinte racista contra Vini Jr ha modernizado esa situación que ya tuvo que afrontar el astro luso.

El Madrid protege a Vinicius

No hay queja oficial a la Federación por miedo a peores represalias arbitrales, pero sí que se ha alzado la voz: primero fue Nacho y luego Ancelotti. El foco no hay que ponerlo en Vinicius. El foco está en los que provocan un caldo de cultivo muy tenso en cada partido en el que se enfrentan al brasileño. 


A Neymar, Messi y otros cracks de LaLiga había que protegerles y desde los medios de comunicación no se hace nada respecto a lo que sucede día tras día con Vinicius. Ayer tuvo que aguantar el tipo con distintas provocaciones de los 'buscafamas' de Mallorca y él lo deja claro: solo quiere jugar a fútbol. Basta ya con el acoso y derribo.