Un Clásico en el que estarán en juego más de tres puntos. Vivir en la Liga o morir, de manera definitiva, con la distancia que se abriría si no se sacan los tres puntos y se pierde el factor del 'goal-average'. En el Real Madrid se esperan uno de los Clásicos más calientes de los últimos años en Barcelona.
Vinicius Júnior sufrió el inicio de la existente campaña racista en la Ciudad Condal. Allí empezaron los insultos, en la temporada pasada, y desde entonces las salidas a los distintos campos de la deteriorada Liga de Tebas se han convertido en un 'juicio' contra él. El de Río de Janeiro tiene precedentes a su favor para evitar que la cosa pase a mayores.
Un árbitro detuvo un partido por insultos racistas a Eto'o en Zaragoza o existe el caso del Valencia-Cádiz que acabó con los jugadores yéndose por el túnel de vestuarios unos minutos por el acoso que, presuntamente, recibió Diakhaby. Infantino también dejó las cosas claras, de manera reciente, asegurando que existe la protestad de irse del campo.
El Madrid puede plantarse
"Toda la solidaridad con Vinicius y todos los que sufren abusos racistas. Está claro que, con el sistema que tenemos, cada organizador es responsable de los incidentes que pasan en sus competiciones. Los árbitros tienen la posibilidad y la obligación de parar los partidos si hay insultos racistas", comentó Infantino tras ser reelegido como mandatario de la FIFA.
El Real Madrid espera un recibimiento parecido al que tuvo que soportar Figo o el que tuvo que aguantar el equipo tras el famoso 1-O marcado por el 'mitin' político que se desató a raíz de esa independencia catalana que duró menos de un minuto. El equipo puede plantarse en cualquier momento en el que vea que está en riesgo la integridad física de sus futbolistas.
DEJA TU COMENTARIO