La primera estuvo marcada por perdonar la tarjeta roja a jugadores como Sergi Roberto y Gavi, por agredir a madridistas sin balón, mientras que la segunda llegó en el gol mal anulado a Marco Asensio y la tercera llegó con el 2-1 que debió quedar invalidado por la falta de Lewandowski a Carvajal. El enfado de la expedición blanca fue muy evidente.
En el Real Madrid no quisieron articular palabra, de forma oficial, más allá de la propia versión del entrenador, de Carlo Ancelotti, en la que se hizo hincapié a esa jugada crítica del gol anulado que era el 1-2. "Todavía nos vamos a ir a Madrid con la duda de saber si era fuera de juego", comentó el entrenador italiano con cierto asombro por lo ocurrido.
Sin versión oficial más allá de eso. Florentino Pérez vibró desde el palco del WiZink Center con la victoria del Real Madrid de Baloncesto, mientras que Emilio Butragueño no ofreció ninguna declaración. No quiso hablar ante los micrófonos de LaLiga TV de Movistar y reinó el silencio entre esa expedición madridista que estuvo en la Ciudad Condal.
Tampoco habló Roberto Carlos
Roberto Carlos, uno de los embajadores y trabajadores del Real Madrid, fue el que acompañó a la plantilla y al staff técnico hasta Barcelona. El brasileño, visto el silencio de Butragueño, tampoco ofreció declaración alguna. Ningún miembro de la comitiva madridista articuló palabra en el Camp Nou.
El enfado ha ido creciendo con el paso de las horas y desde Valdebebas siguen sin comprender el error manifiesto de Ricardo de Burgos Bengoetxea y de Soto Grado en el tanto anulado. Los que sí que dieron la cara, oficialmente, fueron los periodistas que estuvieron en Real Madrid TV y que siguieron denunciando la campaña arbitral.
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