El Real Madrid salió victorioso de una dura batalla contra los azulones, que presentaron un estilo de juego muy al gusto de José Bordalás, bronco y con alguna patada de más, permitida por Martínez Munuera.
Los dirigidos por Carlo Ancelotti consiguieron tres nuevos puntos en la competición liguera, lo que les ayuda a llegar con más confianza al Etihad Stadium.
Sin embargo, la nota negativa la puso Eduardo Camavinga, quien sufrió un duro golpe de Juan Iglesias que le obligó a abandonar el partido.
El centrocampista francés iba a terminar el enfrentamiento sobre el terreno de juego cuando le pidió el cambio a Carlo Ancelotti, con claros gestos de dolor, algo que hizo saltar las alarmas en el Santiago Bernabéu.
Tras ser sustituido, Camavinga fue atendido por los médicos del club blanco y estos inmediatamente le colocaron hielo en la rodilla izquierda.
Lo positivo fue que el galo, ya finalizado el partido, accedió al interior del Bernabéu por su propio pie, aunque con gestos de dolor, pero también de preocupación, sobre todo con el partido ante el Manchester City a la vuelta de la esquina.
Camavinga, cuando vio dentro del vestuario la falta que le hicieron, sintió que se había librado de una gordísima, de una lesión bestial en el Tendón de Aquiles. "Me ha podido reventar la carrera", llegó a decir.
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