Bellingham se ha pegado a él y no para de imitarle: “Lo siento tío, soy muy pesado”

Jude Bellingham ha 'caído de pie' en el Real Madrid. A pesar de su fichaje fue muy criticado por sus problemas de rodilla, parece que el nuevo '5' del Real Madrid está en perfectas condiciones y a disposición de Carlo Ancelotti cuando el míster de Reggiolo necesite de sus servicios futbolísticos. La gira de pretemporada por Estados Unidos podría acelerar su debut con la camiseta blanca.

Hasta entonces, Bellingham se ha esforzado por encajar en el vestuario del Santiago Bernabéu. Tanto es así que está empezando a 'copiar' a una de las jóvenes estrellas más consolidadas del primer equipo: Eduardo Camavinga. El carisma natural del pivote francés ha llamado la atención a Jude Bellingham, quien no pierde ninguna oportunidad para estar a su lado en los entrenamientos.

La disciplina madridista tiene claramente diferenciados los momentos de ocio de los de trabajo. Durante los descansos, Jude Bellingham es muy sociable, siguiendo el ejemplo de un Camavinga líder entre los más jóvenes. La facilidad del '12' para entablar amistad con todos ha provocado una llamativa 'confesión' del '5' blanco: ha reconocido que es "muy pesado" pero que se esfuerza en encajar a la primera en el Real Madrid.

Referencia universal

A juzgar por las imágenes que proporciona el club de los entrenamientos, el mediocentro británico lo está consiguiendo. Bellingham, siguiendo el diligente ejemplo de Camavinga, se muestra 'implacable' en las sesiones de preparación, dándolo todo y compitiendo y luchando al máximo en cada acción como si fuera una final. Sin embargo, cuando Carlo Ancelotti manda descanso, el centrocampista es uno de los más sociables y 'bromistas' de Valdebebas.

Este grado de unión a Eduardo Camavinga no está pasando desapercibido para Carlo Ancelotti. El míster de Reggiolo ya sabe que tiene por delante el reto de encajar en el mismo once inicial a Jude Bellingham, Tchouaméni, Fede Valverde y al propio Camavinga. Su famoso "cambio de sistema" podría ser la solución que tanto los propios jugadores como la junta directiva han reclamado en los últimos tiempos, aunque los ejecutivos madridistas hayan sido más directos que los integrantes del vestuario blanco.