La otra batalla que el Real Madrid le ganó al Barcelona en el partido: duele como un gol

El público del AT&T Stadium se posicionó claramente desde el principio. La mayoría de camisetas blancas en las gradas se apagó ligeramente al principio, con la ocasión de Oriol Romeu que despertó a los seguidores azulgrana. Sin embargo, los pupilos de Carlo Ancelotti se encargaron de equilibrar las fuerzas con varias ocasiones claras de peligro y el estadio comenzó a decantarse de nuevo.

Los gritos de "Madrid, Madrid" comenzaron a ser habituales desde el minuto 10, dando ánimos al equipo madridista y dejando ligeramente de lado los apoyos de los seguidores hasta la llegada del gol de Ousmane Dembélé, que dejó enmudecida a la parte madridista del estadio de Dallas. Según el tiempo fue pasando, los pupilos de Carlo Ancelotti intentaron recomponerse sin notar el aliento de sus aficionados en los primeros minutos después del gol.

El ritmo del partido comenzó a equilibrarse y los pupilos de Carlo Ancelotti intentaron enfrentar el encuentro teniendo la posesión de balón, algo que animó a los aficionados del equipo blanco a presionar para dar ánimo a sus futbolistas. La tímida réplica de los seguidores culés en el AT&T Stadium no opacó los ánimos madridistas pese a que los visitantes iban por detrás en el marcador.

Unanimidad en las gradas

La segunda parte comenzó con los ánimos en el AT&T Stadium ligeramente fríos, aunque las decisiones arbitrales en contra del Real Madrid pronto hicieron que el estadio se pronunciara. Un lance entre Ronald Araújo y Vinícius Jr., donde el central uruguayo da un manotazo al '7' blanco, acabó con falta a favor del Barça: la reacción del estadio fue un abucheo de varios segundos que mostró su descontento.

Las pitadas en los cambios del FC Barcelona también fueron notables, especialmente con la salida de Pedri y de Dembélé. Aunque el paso del tiempo animó a los seguidores azulgrana, los gritos que alentaban al cuadro local nunca llegaron a ser claramente perceptibles. Aunque los minutos finales estuvieron a favor de la afición del FC Barcelona, los seguidores culés solo se hicieron notar cuando el partido estaba prácticamente ganado y apenas quedaban cinco minutos para el final.