Casi todos los jugadores del vestuario comandado por Carlo Ancelotti saben perfectamente cuál es su rol. Sin embargo, todavía hay ciertas dudas respecto de uno de los jóvenes futbolistas que apuntan a convertirse en un gran jugador: Andriy Lunin. El '13' ucraniano no ha tenido, desde que fichó por el Real Madrid, todo el impacto que hubiera deseado en los éxitos deportivo de la entidad.
Este verano ha sido especialmente complicado para él. Ha estado cerca de marcharse a varios equipos ante la posibilidad de que los ejecutivos blancos hicieran realidad el fichaje de David Soria, el veterano portero del Getafe. Sin embargo, ninguno de estos movimientos se ha dado y Lunin afronta un nueva temporada como el segundo de Thibaut Courtois.
El portero belga es indiscutible y su titularidad está asegurada salvo sanción, algo que parece muy raro, o lesión, una posibilidad que ya sucedió durante la pasada campaña. En esta situación, Lunin apenas tiene acceso a minutos de juego y su crecimiento futbolístico queda limitado al rendimiento de Courtois a lo largo de la temporada.
Negociaciones en marcha
Con ganas de jugar muchos más minutos, Lunin podría solicitar su salida del Real Madrid con el mercado de traspasos todavía abierto. Sin embargo, la reunión con Florentino Pérez podría no terminar necesariamente en una salida del Santiago Bernabéu: cabe la posibilidad de que Lunin consiga más minutos a lo largo de la temporada con el objetivo de que Courtois también pueda descansar, evitando las lesiones que le afectaron en el tramo final del curso pasado.
Aunque esta opción pueda calar en el presidente del Real Madrid, también debería hacerlo en un Carlo Ancelotti que confía ciegamente en Thibaut Courtois. El míster de Reggiolo ha probado a Lunin durante la mitad gira de pretemporada en Estados Unidos, pero todo apunta a que el cancerbero ucraniano estará relegado al banquillo a menos que el técnico italiano cambie de opinión o el propio portero fuerce su salida del Santiago Bernabéu.
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