El presidente merengue ha tomando una decisión y así se lo ha transmitido.
El club blanco en pocas horas realizará su debut en la competición liguera y lo hará nada más y nada menos que en el siempre difícil estadio de San Mamés.
El equipo merengue saldrá a por todas desde el primer minuto, en la búsqueda de olvidar las malas sensaciones que dejó la gira de pretemporada por los Estados Unidos.
Además, Carlo Ancelotti, quien ya lo adelantó, tendrá a Andriy Lunin en la portería, ocupando el lugar dejado por Thibaut Courtois, quien sufrió esta semana una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.
"Estoy tranquilo con Lunin. Ahora hay que pensar hasta el 31 de agosto. Tenemos porteros muy jóvenes y con potencial como Cañizares y Fran. Lo pensaremos en los próximos días. Fran tiene 17 años y si fichamos a un nuevo portero es por número, pero tengo la confianza puesta en Lunin", expresó ayer el de Reggiolo en la rueda de prensa previa al partido ante el Athletic.
Esto es un claro mensaje de confianza para el ucraniano, aunque la realidad es que el club blanco ya tiene prácticamente cerrado el reemplazo del belga.
Mucho se ha hablado de Yassine Bounou, pero el marroquí no llegará este verano al Santiago Bernabéu, pese a que es un portero que gusta a los dirigentes de la entidad madridista.
El precio de salida, además de la Copa Africana de Naciones, han sido las razones para que el club blanco descartara al guardameta del Sevilla, algo que el mismo Florentino Pérez ha querido explicarle.
El jugador ya ha sido informado de que no se van a pagar esos casi 30 millones que pedían los andaluces por el meta y, por ello, el Real Madrid le ha contado al propio portero que no jugará en el Bernabéu a pesar del interés inicial en su contratación.
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