Los blancos han completado todos los fichajes que tenían pensados para este verano, pero ha habido uno de ellos que ha sido inesperado. La lesión de Courtois provocó un cambio de planes en el equipo merengue y desembocó en la incorporación de Kepa.
El guardameta español está dejando buenas sensaciones en sus primeros encuentros al frente de la portería del Real Madrid. Los blancos eran conscientes de la calidad de Kepa, pero en ningún momento esperaban el impacto que está teniendo en el equipo.
El rendimiento del guardameta tanto en los entrenamientos como en los partidos va claramente en aumento, hasta el punto de que el jugador ha dejado claro dentro del Bernabéu que se quiere quedar. El portero no tiene en mente seguir en el Chelsea y además, no quiere ser traspasado a otro club.
Florentino también está muy contento con el vasco, pero hay un problema para ficharle y es que no hay ninguna cláusula de compra. Kepa llegó a través de una cesión simple, por lo que el club blanco tendrá que negociar con el Chelsea para cerrar su incorporación.
La clave de la operación
La buena noticia es que el jugador puede poner todo de su parte, con rebaja de sueldo incluida, para que este futuro acuerdo se haga realidad. De momento, las sensaciones están siendo positivas con Kepa y si todo sigue por este camino, no se descarta su fichaje para 2024.
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