El Real Madrid se planta en la final tras un apasionante derbi que llegó a la prórroga y que se saldó con victoria de los de Ancelotti (5-3) en Riad
JOSÉ PADILLA - ENVIADO ESPECIAL DE DEFENSA CENTRAL A RIAD (ARABIA SAUDÍ) -
Acceder al estadio del Al Nassr, dónde se celebra la Supercopa de España, era más complicado que llegar pronto a un destino en las congestionadas carreteras saudís. La espera (y desesperación por el tráfico), mereció la pena nada más poner un pie en el Al-Awwal Stadium y disfrutar anoche de uno de los derbis más excitantes de los últimos años. Se lo llevó el Real Madrid, en una cita que se fue a la prórroga, y en la que hubo hasta 8 goles.
Arabia está evolucionando muy rápido. Lejos todavía de occidente en infinidad de cosas, entre ellas su pasión por el fútbol, pero es evidente que poco a poco se está viendo una transformación. Entrando al estadio pude hablar con una madre joven árabe y su hija pequeña, ambas muy madridistas, y que venían a ver el partido desde otra ciudad del Reino. Desde el año 2018 las mujeres ya pueden conducir en Arabia y en 2019 se autorizó también que pudieran acceder a los estadios de fútbol sin necesidad de estar acompañadas por hombres.
Dominaban a la perfección el inglés y tenían dos pancartas, una de Bellingham y otra de Vinicius Jr, en las que pedían sus camisetas: "Va a ganar el Real Madrid. Estamos muy contentas de que haya venido tanta gente a Arabia. ¿Te gusta?", me preguntaban. Tras mi respuesta afirmativa, dividimos nuestros caminos por distintas puertas, y accedí al estadio del Al Nassr.
El lujo saudí para algunas cosas como los coches contrarrestaba con el estadio de fútbol. No muy llamativo por fuera y con una capacidad para apenas 25.000 espectadores. Recogido, nuevo todo, pero a años luz de un Bernabéu o cualquier gran estadio de Primera en España o Inglaterra. En cualquier caso, el partido lo vimos en un asiento privilegiado, muy cerca del césped, llegando a escuchar incluso las conversaciones de los jugadores durante el encuentro. Un poco más arriba, en uno de los palcos -dónde sí que no falta ningún tipo de lujo y comodidad- se encontraba el hijo de Cristiano Ronaldo, que no quiso perderse el derbi.
El partido lo tuvo todo. El Real Madrid empezó perdiendo, luego remontó, volvió a ponerse por detrás y sacó su ADN en la prórroga para colocarse de nuevo por delante (5-3) y obtener el billete a la final. Vibrante, con un guion impredecible para cualquier director de cine, y con final dulce... Que es lo importante. El último paso para ganar el título será el domingo, a las 20:00h en España (22:00h en Riad), y el rival lo conoceremos esta noche tras el Barça - Osasuna. Allí estaremos para contarlo, como siempre, en Defensa Central.
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