Camavinga, eléctrico como siempre, fue decisivo para los suyos

Eduardo Camavinga es uno de los mejores jugadores que tiene el Real Madrid en el centro del campo. Después de las turbulencias vividas en los últimos días en torno a Aurélien Tchouaméni, el míster de Reggiolo ha decidido contar con el '12' nuevamente en la base del equipo. La actuación del stopper galo es notablemente diferente a la de su compañero y compatriota.

La energía propia de Camavinga se vio durante la primera mitad. Actuando como un todocampista, Camavinga no dejó de 'escoltar' a Toni Kroos durante los primeros 45 minutos, una labor que le alejó y le acercó alternativamente del centro del rectángulo de juego del estadio de Gran Canaria. Su explosividad en la medular madridista le valió más de una tarascada de los pupilos de García Pimienta. Todas se saldaron sin cartulina amarilla.

La capacidad de Eduardo Camavinga de replegar y ampliar su propio radio de acción fue uno de los pilares de la defensa madridista durante la primera parte, una tarea que se extendió durante los primeros compases del segundo tiempo. La 'protección' que ofreció Camavinga a Toni Kroos en la base del esquema planteado por Carlo Ancelotti permitió al '8' germano actuar como el timón del equipo merengue en los ataques posicionales.

Otro partidazo más

Eduardo Camavinga pronto tendría su 'premio' particular por su gran trabajo como centrocampista box-to-box: en el 'asedio' del área canaria, el '12' detectó el inicio del desmarque de Vinícius Jr. y colocó un balón bombeado al espacio perfecto que su compañero brasileño no desaprovechó para fusilar a Álvaro Valles y colocar el 1-1 en el estadio de Gran Canaria.

El buen partido del futbolista francés terminó en el minuto 80. Su trabajo en el centro del campo 'escoltando' a Toni Kroos y teniendo personalidad en los ataques posicionales del club blanco dieron mucha profundidad e incluso fueron fundamentales para que el trabajo realizado contra los pupilos de García Pimienta no fuera en balde.