La ‘rajada’ de Ancelotti en el túnel de vestuarios, apuntó al árbitro: “No quiero ni una”

El Borussia de Dortmund suponía el último obstáculo al cual debía medirse al Real Madrid antes de poder tocar nuevamente esa Copa de Europa que fuese ganada por última vez en la ciudad de París hace 2 años. Primera parte difícil, llena de ocasiones en contra y donde Carlo Ancelotti tuvo un mensaje más que tajante para sus jugadores en el túnel de vestuarios. El arbitro era su foco. 

Carlo Ancelotti habló en la previa de no subestimar al conjunto alemán e igualmente de respetar el camino que los hombres del Dortmund han recorrido desde que en el primer día del certamen tuviesen que cruzarse con el grupo de la muerte. Tanto favoritismo era extraño en tiempos donde el Real Madrid ha tenido que medirse con las mejores potencias de Europa. Sobre el césped todo se igualó desde el primer momento.

La realidad es que por la ciudad de Dortmund se encontraban encantados de este papel de favorito con el que los blancos de Carlo Ancelotti asumían la definición de la Copa de Europa. Desde el 2013 y luego de que eliminasen al Madrid en el Santiago Bernabéu que el Borussia no tenía la oportunidad de citarse nuevamente con un torneo que ya ganó en 1997 en unas circunstancias más que similares a las cuales debía enfrentarse esta noche. Creer o reventar para muchos fue volver en el tiempo y el primer tiempo lo confirmó. Slavko Vincic, uno de los temas de conversación al descanso. 

No más protestas 

Ancelotti se percató que el árbitro no toleraba las protestas y se lo dijo claramente a varios jugadores. Lo ocurrido con Sabitzer en el final del primer tiempo fue el mejor ejemplo para entender lo que estaba en juego. Claro mensaje del italiano a sus hombres, entre ellos a Vinicius o Bellingham tras unos 45 minutos iniciales a máxima tensión.

 “No quiero ni una protesta, ya lo hago yo por vosotros, pero nada de tarjetas por eso”, les dijo claramente a sus futbolistas mientras se iba hacia el vestuario. Empieza el segundo tiempo para un Real Madrid que no puede cometer errores y que no puede permitirse a fichas claves para un complemento donde se espera un paso al frente en todos los sentidos.