El Barça se hipoteca por un descarte y Florentino celebra su mala gestión: terribles consecuencias

El conjunto culé no atraviesa por su mejor momento financiero

Florentino Pérez y Joan Laporta.
Florentino Pérez y Joan Laporta.

La llegada de Olmo no tapa las carencias de una institución que está en la quiebra técnica y a la que sólo se le da oxígeno desde organismos como la Liga, que debieran conservar cierto grado de neutralidad.

El Barcelona ha hecho oficial, en la tarde de este viernes, el fichaje de Dani Olmo. El centrocampista, que militaba en el Leipzig, vuelve a la que fue su casa, en una operación que podría estar en unos 55 millones de euros fijos y otros siete variables.

Después del fichaje fallido de Nico Williams, que continuará una temporada más en el Athletic Club de Bilbao, la entidad que preside Joan Laporta se centró en hacerse con los servicios de Olmo. Tanto el navarro como el catalán fueron piezas esenciales en el esquema de Luis de la Fuente para que la Selección española alcanzara la Eurocopa de Alemania.

Olmo también estuvo en la órbita del Real Madrid, pero el conjunto blanco no quiso llevar a cabo su fichaje. Pese a ser un buen jugador, en la casa blanca no consideraron que su llegada mejoraría los efectivos de los que ya dispone Carlo Ancelotti en el centro del campo.

 

 

Sin embargo, la contratación de Olmo por parte de los culés puede acarrearle un problema al Barça, que podría verse obligado a deshacerse de algunos jugadores para intentar cuadrar la importante deuda que poseen desde la Ciudad Condal.

Además, si analizamos los números y las circunstancias, no parece que el fichaje del Barcelona no es muy sensato: más de 60 ‘kilos’ por un futbolista que salió gratis del Barça, estando su posición más que cubierta para los de Hansi Flick.